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sábado, 23 de abril de 2016

De los expertos, líbranos Señor

Se echa en falta en las distintas reuniones de los responsables políticos un análisis serio de la situación de la Educación en España, más allá de suspender, derogar o sustituir la actual ley para aprobar otra de la que no se dan apenas líneas de actuación, ni objetivos ni siquiera un diagnóstico del momento actual. El último estudio publicado por la Fundación BBVA pretende dar algunas pistas para conformar una foto fija de la Educación en España. En primer lugar la aportación pública a la misma no ha crecido desde principios de siglo. Pero como el coste del sistema se ha incrementado, el dinero que las familias destinan a la formación de sus hijos ha crecido en un 40%. A pesar del esfuerzo de las familias, la inversión en Educación en función del PIB sigue siendo menor en ocho puntos que en el resto de los países europeos, un 3,8% del PIB frente al 4,6% de la media europea.
Desde que hace veinte años se apostó por el concierto educativo, centro privado con financiación pública y se estableció que el concierto debería cubrir la educación de los alumnos que no tenían un centro público cerca de sus hogares. El modelo creció y actualmente casi el 35% de los alumnos se matriculan en centros privados. Para la Administración el colegio concertado supone un ahorro de un 40% del coste por alumno, ya que solamente financia el coste del profesorado adscrito al concierto, uno por unidad escolar, y una parte de los gastos generales. Pero no se hace cargo del resto de profesores, de las actividades, comedor ni transporte escolar.
Son, pues, las familias las que quieren que sus hijos estudien en un colegio privado las que sufragan estos costes. Y al presuponerse que son familias de mayor poder adquisitivo, los autores del informe de la Fundación BBVA se preguntan si este es el motivo de que año tras año en el Informe PISA los centros concertados obtengan mejores resultados. El origen de esta desigualdad parece estar en que el colegio público no tiene capacidad para seleccionar los alumnos, siendo además el destino de alumnos procedentes de otros países, desconociendo la lengua y la cultura española, alumnos que repiten curso y con menor ayuda tanto por parte de sus padres a la hora de hacer las tareas en casa.
Los expertos se centran en solucionar este desfase en los resultados recurriendo a dotar de más recursos a los centros públicos, algo sin duda necesario, en ir eliminando conciertos para traer más alumnos a los colegios públicos, limitando la libertad de las familias y ni una palabra en la desigualdad de la situación de los profesores de centros concertados, con menos sueldo y más jornada que sus iguales en los centros públicos, ni de la situación de las familias obligadas a sufragar una parte de su educación que a los alumnos de centro público se le da prácticamente gratis. Tampoco analizan el fracaso escolar, algo que si refleja como problema grave el Pacto Nacional por la Educación de Eduard y Carolina Punset, ni citan las conclusiones del Informe PISA por el cual a mayor autonomía del centro, mayor calidad educativa.
Sus conclusiones pasan por penalizar lo privado, aunque de mejores resultados, poner trabas a las familias que quieren elegir centro educativo como eligen centro médico, no olvidar la igualdad de oportunidades pero imponer una igualdad de resultados igualando a los estudiantes por el nivel más bajo. Tal y como dijo Bertrand Russell, “aún cuando todos los expertos coincidan, pueden muy bien estar equivocados”.

jueves, 14 de abril de 2016

Protección de datos, protección de los menores

Hace unas semanas un colegio concertado recibía las quejas de los padres de un alumno porque en el blog del colegio aparecía una fotografía en la que se podía ver a su hijo jugando en el patio con otros compañeros. El niño tiene nueve años y los padres no habían dado el consentimiento para que su hijo apareciese en el blog en abierto del colegio. Sin embargo, ellos no tenían reparo en que el menor y sus hermanos apareciesen frecuentemente en la página de Facebook de su madre que recogía en ella la actividad de la familia en viajes o en su tiempo de ocio. La reacción del centro fue inmediata, retirar esa fotografía y sustituirla por otra en que no apareciese el menor.
Los padres de una alumna, que se acababa de matricular en un colegio procedente de otro centro, se quejaban al Jefe de Estudios porque la tutora de su curso de su hija había comentado, con la mejor voluntad de ayudar, a sus nuevas compañeras que se iba a incorporar una alumna nueva con un leve grado de discapacidad y que deberían de ayudarle a integrarse. Ese dato, como el resto de los relacionados con la salud, deberá de ser objeto de una protección especial. Los centros educativos y las personas que en ellos tienen que cuidar a los niños deben de conocer si sufren determinadas enfermedades, alergias, intolerancias, así como los informes psicopedagógicos y esos datos tienen la consideración de datos relativos a la salud y tienen una protección especial.
Situaciones como éstas, relacionadas con la protección de la imagen y protección de datos de los alumnos se suceden a diario en los centros escolares. Un profesor se sorprendía al conocer que no puede preguntar a los alumnos la profesión de sus padres, su lugar de residencia y otros datos de carácter familiar, algo que está expresamente prohibido.
La ley dice que la protección de datos está sujeta al principio de información y consentimiento. Diferencia entre los menores de 14 años, cuya utilización de datos requiere el consentimiento expreso de los padres y los mayores de 14 que pueden dar directamente ese consentimiento. El consentimiento tiene que ser inequívoco, libre, específico e informado y para una finalidad concreta y de manera expresa, en el propio cuestionario en el que se solicitan los datos o tácita, salvo que sean datos especialmente protegidos. El consentimiento puede ser siempre revocado. Todos estos principios y obligaciones se aplican también a terceros como las APAS.Los datos, por último, solo pueden utilizarse para la finalidad determinada para la que dichos datos se recogieron. Cualquier otro uso, salvo a efectos estadísticos o históricos es contrario al principio de la finalidad que deben de cumplir al recabar los datos.
Esta misma semana, el Parlamento Europeo ha aprobado las nuevas reglas europeas en materia de protección de datos. La reforma pretende devolver a los ciudadanos el control de sus datos personales y garantizar en toda la UE unos estándares de protección elevados y adaptados al entorno digital. El Reglamento entrará en vigor en unas semanas y obligará a los países miembros a modificar su legislación nacional de acuerdo con las nuevas reglas en el plazo de dos años.

miércoles, 6 de abril de 2016

Silencio, se graba

Se está debatiendo estos día en Galicia la conveniencia o no de instalar cámaras de vigilancia en los recintos escolares para prevenir la violencia y el acoso escolar. Este debate ya se dio anteriormente en Asturias y en Valencia y en general han generado un debate sobre su regulación. Mientras los responsables de los centros las aceptan como medidas adicionales de seguridad, el Defensor del Menor y los sindicatos creen que violan la intimidad de los estudiantes y de los docentes.
El estudio “La seguridad integral en los centros de enseñanza obligatoria de España”, analiza 273 colegios e institutos de España sobre la seguridad. Y el resultado es que un 25% de los centros educativos españoles tiene sistema de video vigilancia. De ellos, casi un 84 %, tienen sus cámaras instaladas en el exterior del centro, el aparcamiento, administración, la sala de profesores, los pasillos y zona de las taquillas. Y el 9,3 % de los centros que participaron en el estudio reconoció que las cámaras captaban imágenes de zonas especialmente sensibles y protegidas, como pueden ser vestuarios o servicios y el 12% no cuentan con un responsable del sistema, mantenimiento y revisión de la calidad del sistema de videograbación.
 


La instalación de cámaras de video vigilancia en un centro escolar con el fin de controlar determinadas conductas violentas, según la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de datos de Carácter Personal (LPD), ha de ser una medida proporcional en relación con la infracción que se pretenda evitar y en ningún caso, debe suponer el medio inicial para llevar a cabo funciones de vigilancia, por lo que desde un punto de vista objetivo, la utilización de estos sistemas debe ser proporcional al fin perseguido, que en todo caso deberá ser legítimo.
La instalación de cámaras de video vigilancia sería una medida proporcional y justificada si se cumplen los siguientes requisitos: 1. Que se trate de una medida susceptible de conseguir el objetivo propuesto. 2. Que no exista otra medida más moderada para la consecución de tal propósito con igual eficacia. 3. Que la misma sea ponderada o equilibrada, por derivarse de ella más beneficios o ventajas para el interés general que perjuicios sobre otros bienes o valores en conflicto. La Agencia de Protección de Datos establece que la captación de imágenes por el sistema de video vigilancia debe solo adecuarse a la finalidad para la que se instalaron. Por eso, y salvo en circunstancias excepcionales, no se puede utilizar para el control de la asistencia escolar ni de de la actividad de los trabajadores de manera permanente, por no respetar el principio de proporcionalidad.
Lo más alarmante y sorprendente a la vez del estudio citado anteriormente es que en casi un 10 % de los centros se han detectado e intervenido armas. Algo que merecería un análisis pormenorizado de cada uno de esos casos y no despacharlo con un simple porcentaje.

martes, 29 de marzo de 2016

#Yoquieroayudar



Una semana después de los atentados de Costa de Marfil y de Ankara, Bruselas sufría el zarpazo terrorista en su aeropuerto y en su metro. A los pocos días un partido de fútbol en Iraq y un parque infantil de Lahore en Pakistán nos dejaban imágenes de muerte y destrucción. Con las vacaciones escolares los niños están en casa y aunque nos gustaría apagar la televisión para que no sientan miedo, es difícil aislarlos de la realidad.
Y, probablemente, tampoco sea la solución. Todos nos sentimos tristes y vulnerables. Y al igual que en los atentados de París del año pasado o en las explosiones en los trenes de Atocha, nos damos cuenta de que podía habernos pasado a nosotros. Los niños quieren saber si eso puede suceder también en nuestras calles, en nuestra ciudad y debemos decirles la verdad, sin entrar en detalles. Debemos decirles que todos somos víctimas potenciales pero, y ahí radica la importancia del mensaje, somos la mayoría los que estamos unidos contra el terrorismo apostando por la convivencia en paz, por la tolerancia y la solidaridad. Y sólo los enemigos de la libertad y de la democracia utilizan la violencia para infundirnos miedo.

Hay que dejar que pregunten libremente, hay que anticiparse a la versión que escucharán en el recreo o en el aula. Nuestro relato debe incidir en que el terrorismo no debe amenazar nuestra vida cotidiana, nuestra familia, nuestra casa, nuestras rutinas. El niño tiende a sentirse más seguro haciendo las cosas que sabe hacer y que sabe que debe hacer. Debemos mostrarnos seguros de que estamos a salvo, de que podemos y debemos continuar con nuestras vidas, con nuestros viajes, que no debemos encerrarnos en casa por miedo y que así nunca conseguirán ganar los que utilizan el miedo.
Y también debemos destacar el ejemplo de los miles de personas que tras los atentados se muestran dispuestos a ayudar y con los hastags #Opendoor, #ikwillhelpen, #PorteOuverte, o #Yoquieroayudar, lanzan el siguiente mensaje: “Para cualquiera que se haya quedado atrapado, ofrezco mi casa, comida o transporte, para quien lo necesite”.

sábado, 19 de marzo de 2016

Dejemos a los niños vivir su infancia en paz

Sunny Varkey se propuso mejorar la situación de los profesores de todo el mundo y revalorizar la función del docente y lo está consiguiendo a través de la Fundación Varkey, que organiza el Global Teacher Prize para encumbrar al mejor maestro del mundo entre más de 5.000 candidatos.
Solamente ha habido dos ediciones, contando la de este 2016, y ambas las han ganado mujeres. La primera mejor maestra del mundo fue la norteamericana Nancie Atwell http://cativodixital.blogspot.com.es/2015/05/la-mejor-maestra-del-mundo.html
Este año ha sido nombrada Hanan Al Hroub, de origen palestino, que creció en un campo de refugiados y es profesora por vocación dando clase a niños procedentes de dichos campos. Se lema es “Jugamos y aprendemos” y trata de conseguir que los chicos superen la violencia a la que han sido expuestos. Cree que la Educación es un Derecho y que los niños tienen derecho a vivir su infancia en paz.
El premio ha sido entregado en la sesión de clausura del IV Encuentro Mundial de la Educación que se celebró la semana pasada en Dubai, EAU. Este año no ha habido representación española, pero si latinoamericana, con las argentinas Inés Bulacio y Graciana Mabel Goicoechandía; la mejicana Elisa Guerra Cruz y la colombiana Katerine Franco. Y ha sido un argentino, el Papa Francisco, el encargado de leer el nombre de la ganadora y de hacer un llamamiento a la comunidad internacional para el reconocimiento a la figura del educador como la profesión más respetada de la sociedad y a la magnitud de su tarea . Para el Papa, en su discurso televisado en directo desde el Vaticano, los profesores son "artesanos de la humanidad" y "constructores de la paz".
Cuando algunos de nuestros jóvenes admiran a grandes futbolistas o a los concursantes de Gran Hermano y Gandía Shore, no estaría de más reivindicar la figura del maestro. Ponemos en manos de un pediatra a los hijos y queremos que sea el mejor preparado, el mejor formado, que tenga a su disposición los mejores medios. Y cuando dejamos a ese chico en el aula deberíamos exigir que su profesor tuviera los medios necesarios para desarrollar su trabajo. Al fin y al cabo, son los encargados de moldear el barro y hacer mejores personas. Como decía Pitágoras, “educad bien a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.

domingo, 13 de marzo de 2016

Que vienen los "knowmads"

La palabra “knowmad”, utilizada por primera vez por John Moravec, experto en la educación para el futuro, combina dos términos: know (saber, conocer) y nomad (nómada) que intentan definir las características que una persona debe de tener para afrontar los nuevos retos profesionales. Para formar a estos nuevos profesionales, los docentes deben de priorizar la innovación, despertar la imaginación de los alumnos, animar su creatividad y fomentar el trabajo en equipo.
Un knowmad será valorado por su conocimiento personal y por su ventaja competitiva respecto a otros trabajadores. Para Moravec, todo surge del paso de la sociedad industrial al cambio tecnológico actual, que dará lugar a un futuro con unos recursos humanos educados en el “aprender haciendo”. Raquel Roca, autora del libro “Knowmads, los trabajadores del futuro”, no cree” que sea una moda más, sino que se mantendrá por la riqueza de contenido y masa real de gente que tiene detrás” y sostiene que “todo aquel que viva en esta era, está llamado a desarrollar una serie de destrezas y habilidades para desenvolverse en un mundo hiperconectado e hiperdigitalizado.
Si tuviésemos que elaborar las características que deberían tener en el futuro los alumnos para triunfar en este nuevo mundo, además de las señaladas antes de ser creativo, imaginativo y colaborativo, tendríamos una lista que , probablemente, todos aplaudiríamos: personas que sepan utilizar la información y generar conocimiento con su propia marca personal, trabajar en red, conectando con otras personas y organizaciones, compartir con ellas sus conocimientos e ideas, conocer y utilizar las distintas herramientas tecnológicas para resolver problemas, estar atento a los cambios y tener capacidad para adaptarse a los mismos, aprender y desaprender constantemente con ansia de experimentar cosas nuevas y sin temor al fracaso.
Ahora el reto es ir adaptando la educación a este apasionante futuro. Que el pasado no sea una rémora que nos impida avanzar y, sin olvidar lo que somos, diseñar lo que queremos llegar a ser.

domingo, 6 de marzo de 2016

Quiero Bailar

Cuando se ofrecen a los alumnos actividades extraescolares se presupone que los niños se van a apuntar a fútbol o a balonmano y las niñas a ballet y patinaje. Desde muy pequeños, los padres inclinan consciente o inconscientemente a sus hijos en función del género, con lo que los niños ni se plantean por lo general apuntarse a la danza y las niñas van tímidamente ocupando algún puesto en los equipos deportivos.
Solamente algunos, los que además de apoyo familiar, tienen una gran confianza en sí mismos, se atreven a seguir los pasos de Billy Elliot, en la película del mismo título y estrenada en España en el año 2000 con el título “Quiero bailar”. El argumento, ya conocido, nos muestra a un aguerrido minero en las huelgas del Condado de Durham en la Inglaterra de los años ochenta, que quiere que su hijo pequeño de once años, reciba clases de boxeo. Pero lo bueno que es Billy con las piernas no lo es con los puños y un día animado por la profesora Wilkinson y por su abuela, aspirante a bailarina en su juventud, se apunta a clases de danza.
El padre cree que la elegancia y la delicadeza del ballet es esencialmente femenina y asocia la fuerza y la agresividad al género masculino y le prohíbe asistir a las clases. Y esa contradicción, que sufre Billy, entre lo que padre espera de él y sus deseos le produce una gran inestabilidad emocional. Años después saltaba a los periódicos la historia de un camionero de Gales, que vendía su casa, para poder pagar los 28.000 euros que costaban los estudios de ballet, en la Elmhurst School Dance de Birmingham, de su hijo Dominic de once años.
Nadie duda de que la danza sea especialmente útil para los niños hiperactivos, mejorando sensiblemente su capacidad de atención y concentración. Para todos los niños sirve para evitar en sedentarismo, proporciona una actividad física con reflejo en la maduración del cerebro y algunos expertos proponen que se incluya como asignatura en el colegio como lo son las matemáticas.
Pero, previamente, las familias deberán asumir que ese reparto de roles, masculino y femenino, hay que erradicarlo desde las edades más tempranas. Debemos dejar que cada niño y niña elija sus actividades de ocio sin prejuicios de este tipo. Y es que como decía el gran bailarín y coreógrafo francés, que de pequeño soñaba con ser torero, Maurice Béjart, “la danza debe de estar en las casas, en las calles, en la vida y no solamente en los teatros”. Su fundación Maurice Béjart, creada en el año 2007, promueve, desde Lausana en su Suiza de adopción, la formación de bailarines en escuelas profesionales y apoya producciones de ballet y danza.

domingo, 28 de febrero de 2016

Yo acuso, tu acosas

“María pagaba dinero a sus compañeros de clase para evitar que le pegasen. Cuando terminó sus ahorros, empezó a pedir dinero a sus abuelos. Si algún día no podía conseguir la cantidad que le habían pedido, le volvían a pegar. Y si le quedaba alguna marca, contaba que se había caído en clase de gimnasia. Cuando sus padres descubrieron que su hija estaba siendo acosada ya había entregado 400 euros”. Debemos de dar por sentado que ni los padres, ni los profesores sospechaban nada y que sus compañeros miraban hacia otra parte.
Sale así a la luz el enésimo caso de acoso en el colegio. Las autoridades creen que los problemas se arreglan aprobando leyes pero la realidad es muy tozuda y nos dice que por cada caso que sale a la luz, normalmente cuando ya lleva ocurriendo mucho tiempo, hay otros que permanecen ocultos. Si preguntamos a los responsables de los centros, la respuesta siempre es la misma: en nuestro colegio “eso” no pasa. Lo mismo ocurre con los padres: “a mi hijo no le ocurre nada parecido” o “mi hijo no es un acosador”.
El Estudio Cisneros X http://www.fapacne.com/publicaciones/acoso-escolar/acoso-escolar.pdf el más completos de los realizados en España sobre acoso escolar es muy claro: uno de cada cuatro alumnos ha sufrido en mayor o menos medida los comportamientos siguientes: llamarles por motes, no hablarle, reírse de él cuando se equivoca, insultarle, acusarle en falso, contar mentiras sobre él, meterse con su aspecto físico, no dejarle jugar con el grupo, gestos de burla o desprecio, gritarle o chillarle, criticar todo lo que hace, imitarle para burlarse, y así hasta veinticinco comportamientos que se pueden incluir en el acoso escolar.
El estudio incide en que de la misma manera que la violencia física deja marcas y se suele visualizar, la violencia psicológica no deja huellas pero sí daños invisibles: ansiedad, estrés postraumático o falta de autoestima. Los profesores suelen afirmar que ellos garantizan que estos comportamientos no se producen en su presencia y que les es difícil supervisar lo que ocurre en los intercambios de clase, en los aseos, en las actividades extraescolares o en el patio de recreo.
Para Aula Planeta http://aulaplaneta.com/2016/01/29/recursos-tic/como-detectar-y-combatir-el-acoso-escolar-en-el-aula/index.html es muy importante estar atento a las señales, a los cambios de comportamiento en clase y ante la denuncia de algún alumno no hay que quitarle importancia, hay que hacerle ver que vamos a implicarnos para evitar que le vuelva a suceder lo que nos cuenta. Hay que actuar con rapidez y contundencia, sin careos que pongan en el mismo nivel a la víctima y a los acosadores e implicando a las familias de ambos. La familia del acosador no quiere creer que su hijo sea capaz de tales comportamientos, por ello es necesario que tengan información de las medidas a tomar y establecer comunicación fluida de la evolución del chico. A la familia de la víctima hay que tranquilizarla y apoyar a los padres y darles pautas de cómo tratar el tema en casa y el posible apoyo, si fuera necesario, de ayudas profesionales y psicológicas. También hay que comentarlo en clase e incluso establecer un equipo de protección del alumno acosado integrado por sus propios compañeros que deben de estar vigilantes para evitar el acoso, denunciarlo si llega a suceder y proteger a la víctima de la acoso escolar.
No podemos trivializar la violencia o el acoso escolar con frases como la pronunciada por la presidenta de una asociación de padres: “Esas cosas, los motes, los insultos, las burlas, siempre han existido...”.

domingo, 21 de febrero de 2016

Al cole con dos años

La escolarización en España es obligatoria desde los seis años, pero, según el estudio "Las cifras de la educación en España 2013-14 del Ministerio de Educación, la mitad de los de niños de 2 años ya participa en programas educativos. Una tasa que duplica la de la Unión Europea, que es del 26 %. La decisión sobre cuándo escolarizar a un niño depende de la necesidad de conciliar vida familiar y laboral y está influida por la oferta de plazas, su gratuidad o la posibilidad de dejar al niño al cuidado a un familiar.
Para la OCDE, "cada vez es más evidente el papel fundamental que la educación infantil juega en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños y puede mitigar desigualdades sociales y promover mejores resultados educativos globales", y recuerda que los alumnos de 15 años que cursaron al menos un año en esa etapa temprana obtienen mejores resultados en el Programa PISA que los que no lo hicieron, incluso teniendo en cuenta su contexto socioeconómico.
El premio nobel de Economía y profesor de la Universidad de Chicago James Heckman defiende la escolarización en la primera etapa infantil. Además de igualarse las oportunidades para las familias de menor nivel socioeconómico, disminuye su probabilidad de abandono educativo a través de la mejora de habilidades cognitivas y no cognitivas y los resultados persisten a largo plazo y las personas que asisten a preescolar tendrían una mayor productividad posterior en el mercado de trabajo, genera externalidades sociales positivas, disminuye la criminalidad y mejora el estado de salud. También opina que la pobreza no sólo la determina la renta familiar, sino la atención prestada al niño por la familia. Y las diferencias que crea esa falta de atención tienen consecuencias a largo plazo.
Esas diferencias, que crea esa atención ya en las primeras etapas de la vida, tiene consecuencias a largo plazo. Por ello Heckman afirma que “invertir en los niños es más ventajoso que invertir en bolsa”. Y lo explica porque cada dólar invertido por niño, el rendimiento es entre el 7 y el 10% anual a lo largo de la vida, mucho más rentable que invertir en la etapa de la adolescencia o cuando ese niño se convierta en adulto. Aún sin superar la crisis económica, es preferible invertir en habilidades básicas preescolares y es más rentable que otras medidas más habituales como reducir el número de alumnos por aula, concluye James Heckman.
Como decía recientemente Javier Urra, “una de las peores cosas que se puede hacer con un niño, es no atenderlo”. En casa o en la guardería, según Oscar Wilde, “el mejor medio para hacer buenos a los niños, es hacerlos felices”.

domingo, 14 de febrero de 2016

El arte de hablar en público

Decía Manuel Campo Vidal en una conferencia reciente que las tres grandes deficiencias de nuestro sistema educativo son: la incapacidad de los alumnos que terminan el bachillerato para hablar inglés fluido, la dificultad que supone para ellos hablar en público y su falta de espíritu emprendedor. Algunos padres intentan suplir la carencia de idiomas con la asistencia a academias que preparen a los chicos para aprobar el Cambridge, desde el básico A1 al más avanzado C2, aunque la mayoría se conforman con el B2, requisito para acceder al Erasmus en su etapa universitaria, o a la Alianza francesa para aprender la lengua de Víctor Hugo o Voltaire.

Desarrollar el espíritu emprendedor se ha puesto de moda en los últimos años. No hay institución pública o privada que en su plan de formación no incluya esta materia. Desde libros “Como crear una empresa” hasta conferencias como las del “Proyecto Emprende”. Pero la gran olvidada es la asignatura de hablar en público. El 90 % de los alumnos de la ESO y BAC no se sienten capaces de debatir en público, aunque una parte de ellos se presta a ello con un texto previamente memorizado. Y entonces aparecen los miedos, las inseguridades que muestra su lenguaje no verbal. Tics, expresiones como “eh,…” no saber qué hacer con las manos o una repentina laguna mental que hace que olviden una parte del texto a desarrollar.
Decía Carmen Posadas en una artículo titulado “Comunicando, comunicando, comunicando” que en el mundo anglosajón se anima a los alumnos desde primaria a discutir, exponer y defender delante de sus compañeros sus ideas y que un latinoamericano tiene un lenguaje mucho más rico que un español y sabe articular un discurso más coherente. “En el mundo actual cualquier profesional debe de saber venderse, convencer, seducir y conocer las claves de un buen discurso”, añade la escritora. Y esto vale para arquitectos, médicos, economistas o artistas.

Los expertos hablan de una serie de claves para poder hacer una buena exposición pública. Hay que pensar qué tipo de público vamos a tener, ponerse en su lugar y saber que mensaje es más eficaz en función de su edad o formación, es la primera. Tenemos que utilizar una lenguaje sencillo y accesible en clave personal, incorporando anécdotas o situaciones con las que ellos se identifiquen. Debemos, por último, creernos lo que estamos diciendo y expresar nuestras ideas y opiniones con rigor pero con pasión.

Algunos creen que la capacidad de comunicación es algo innato pero, se sorprenderían de ver la cantidad de horas de ensayo y entrenamiento tienen las personas que, aparentemente, están siempre improvisando. Porque la oratoria no deja de ser un arte, el arte de hablar en público.

domingo, 7 de febrero de 2016

Te invito a mi cumpleaños

Ayer, sábado de carnaval, el centro comercial estaba lleno de niños disfrazados para la ocasión. A las 9 y media de la noche, grupos de padres merodeaban en las cercanías de un establecimiento de comida rápida en el que sus hijos celebraban el cumpleaños de un compañero de clase. Los niños habían comenzado la jornada con una sesión de cine y al finalizar la misma disfrutaban de los menús infantiles mientras entregaban sus regalos y cantaban el cumpleaños feliz al afortunado, pero los adultos, cansados después de una larga tarde de estancia en el centro, no querían interrumpir los juegos de sus retoños.
Hace un tiempo que ya no les valen los parques de bolas, ni las meriendas caseras. Hoy, a sus once años, los niños ya “exigen” un cumpleaños con cine y merienda rápida, previa invitación por WhatsApp ya que más de la mitad de la clase ya posee un Smartphone. Mientras los padres del cumpleañero rompen la hucha para financiar 15 o 20 paquetes de “Cine+Happy”, a un módico precio de 12 euros por cabeza, los progenitores de los invitados hacen cuentas y comprueban que si sus hijos son invitados a todos los cumples, les esperan más de 20 fines de semana pendientes de la agenda social de cada hijo, amén del consiguiente gasto en los correspondientes regalos.

Un par de años atrás, algunas madres pretendieron hacer un fondo común y que el niño recibiera un regalo mejor y no veinte más modestos. Pero la iniciativa fue un fracaso, los niños quieren hacer “su” regalo a “su” amigo y el homenajeado prefiere abrir diez o quince paquetes que uno solo por muy valioso que sea.

Los padres no se atreven a frenar este despropósito y decidir, por ejemplo, que su hijo no asista a ningún cumpleaños y que celebre el suyo en familia. Tienen miedo que quede marcado socialmente y cuando sea mayor le cueste hacer amigos. Pero la realidad nos dice que, salvo excepciones, los amigos del colegio pocas veces se mantienen a lo largo del tiempo, algunos niños cambian de centro, a otros simplemente dejan de interesarles las mismas cosas y las amistades no suelen consolidarse.
Sería buena una reflexión sobre las agendas sociales de nuestros hijos que entre actividades diversas, deportes y fiestas acaban por invadir la del fin de semana de toda la familia.

domingo, 24 de enero de 2016

Padres forofos

Deberían reflexionar los padres cuyos hijos en edad escolar juegan los sábados y domingos partidos de futbol. Hay ciertos comportamientos que influyen en los niños, así que si los padres se comportan de manera adecuada, estarán reforzando la calidad de enseñanza y formación todo el entorno que hay alrededor del fútbol.
Todos tienen responsabilidad, no solamente los padres, también los entrenadores, los árbitros, los directivos y profesores, en que cada uno desde su papel sirva de ejemplo donde mirarse. El juego limpio y el respeto hacia los rivales es uno de los valores que los chicos pueden aprender. Hay padres forofos que creen que su hijo es una futura estrella y suele buscar responsables en el colegio, en el club o en los compañeros cualquier fallo suyo. No es incompatible la rivalidad siempre que no incluya insultos al rival, comentarios despectivos sobre árbitros y una excesiva exigencia sobre el chico.
La actividad de los padres es muy sacrificada, madrugones, entrenamientos entre semana, partidos a distancias considerables de casa, horarios incompatibles con el descanso del fin de semana de la familia. Y en ocasiones un esfuerzo económico importante para matricular a su hijo en un campus o en una escuela de fútbol. Y es que como comenta en su blog “La Soledad del Entrenador” Miguel Ángel Aroca, “Sin padres no habría fútbol”.
Pero el fin último debiera ser que su hijo se empapara de esos valores intrínsecos al concepto del deporte y no volcar sobre ellos una agresividad mal canalizada. Deberán aprender a dejar de ser “papás-entrenadores” y dejar que el niño evolucione a su ritmo, sin forzar la situación, sino lo que conseguiremos es presionar al niño y a sus compañeros y probablemente no disfrutarán practicando su deporte favorito.


sábado, 9 de enero de 2016

Mi mamá me mima

Ramón Rubio vivía en un pequeño pueblo de Castellón. Cada día se desplazaba hasta Valencia para estudiar lo que siempre había deseado desde niño. Con el tiempo, se convirtió en profesor y hasta fundó su propia academia, donde impartía contabilidad. Interesado en que sus alumnos adquirieran el dominio de los números y mejoraran su caligrafía, creó una serie de fichas de apoyo para que perfeccionaran la escritura y las matemáticas. Lo llamó: "El Método Rubio", un método de refuerzo didáctico que se basa en hacer fácil lo difícil a través de la repetición de ejercicios que van aumentando progresivamente su dificultad.
Muchos españoles han aprendido año tras año con los cuadernos Rubio, y ahora con la llegada de la era digital, se puede descargar la aplicación de los cuadernos adaptados a las nuevas tecnologías.
Mientras, en Finlandia, uno de los países punteros en el mundo de la Educación, los colegios prevén abandonar la caligrafía simplificada o entrelazada y seguir enseñando la letra escrita a mano pero a través de letras aisladas o letras de imprenta y la mecanografía será obligatoria desde el primer curso. La enseñanza va a centrarse en los teclados de los ordenadores y las tabletas, pero sin utilizar la dactilografía o uso de los diez dedos en el teclado, ya que no pueden garantizar que en diez años los sigamos utilizando. En Francia, por su parte, han eliminado el dictado y el cálculo mental, aunque hay algunos expertos que recomiendan recuperarlos.


Letras aisladas o letra de imprenta

Caligrafía simplificada o entrelazada

La firma de una persona tiene un valor legal, ya que la escritura a mano es un sello personal, es nuestro “código de barras” con la que expresamos nuestras emociones y a través de la grafología pueden detectarnos un estado de ánimo o una enfermedad depresiva. Joaquim Valls, grafólogo y profesor, afirma que la letra “delata complejos, inseguridades, miedos y creencias limitadoras” y que “modificar la caligrafía, modifica la personalidad”. Por ello, sentencia “si reeducas tu letra, reeducas tu inconsciente”. Algo que, por lo visto, en Finlandia no creen.