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domingo, 27 de diciembre de 2015

De la unitaria al record Guinness

En este curso 2015-2016 se han vuelto a cerrar escuelas unitarias en España. En el caso de Galicia, son 13 las escuelas que no llegan a un mínimo de seis alumnos, por lo que hoy permanecen cerradas y sus alumnos desplazados a centros escolares cercanos. Este goteo constante supone el fin de un modelo, el de la escuela rural, nacida al amparo de la Ley Moyano, que en 1857 establecía una escuela por cada 500 niños y la educación obligatoria hasta los 12 años. Hoy la escuela unitaria es un fenómeno casi exclusivo del norte y noroeste de España ya que además de en Galicia, sobreviven en Asturias, Cantabria y alguna en el País Vasco.
El documental francés “Être e avoir”, "Ser y tener" en castellano, filmado a lo largo del curso 2000-2001, en la clase de una pequeña escuela unitaria, muestra al maestro Georges López, hijo de emigrantes españoles, volcado en sus alumnos de entre 4 y 10 años, para corregir los problemas habituales de disciplina, la pereza o la falta de motivación, con una formación personalizada para cada uno, al convivir niños de edades tan diferentes. El film, que debería de ser obligatorio en las clases de Magisterio, retrata, a lo largo de hora y media, todos los aspectos que suceden en un aula con personajes reales bajo de dirección de Nicolás Philibert.
En el extremo contrario, en Lucknow, ciudad india de más de 2 millones de habitantes, el Colegio “City Montessori School”, que ha recibido el Premio de la Educación para la Paz de la Unesco, es considerado por el libro Guinness de los récords como el colegio más grande del mundo, con más de 52.000 alumnos. Actualmente cuenta con más de 1.000 aulas, a las que asisten una media de 50 alumnos por aula y casi 4.000 empleados, además de 3.700 ordenadores. Su mayor problema, no hay una sala lo suficientemente grande para reunir a todos los alumnos en un único evento.
Utilizando el Método Montessori, ha conseguido que el 90% de sus alumnos superen las pruebas nacionales. En el Campus se pueden ver el Edificio Armonía, el Edificio Amistad o el Edificio Integración, conceptos básicos para este centro fundado en 1959 por el matrimonio Bharti y Jagdish Gandhi con sólo 5 alumnos. Desde el principio dio un gran papel a los padres, tanto en el acceso al centro, a su director y a los profesores como en el compromiso de éstos últimos de mostrarles los exámenes debidamente corregidos para que puedan conocer al detalle los progresos de sus hijos.
Pero si algo distingue a este colegio, además de su tamaño, es su apuesta por la Paz. Es la única escuela del mundo que organiza una Conferencia Internacional de Justicia Mundial para que los estudiantes aprendan medidas que garanticen los derechos de las nuevas generaciones en todo el mundo.
Su misión es convertir a cada niño en un orgullo para su comunidad y para toda la raza humana. La misma que para los maestros de las escuelas unitarias, dos sistemas, dos métodos, un mismo objetivo: enseñar.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Necesidades especiales

La prensa recoge estos días el caso de un alumno de tercero de primaria con necesidades especiales escolarizado en un centro público y la decisión de los padres de sus compañeros de aula de no llevar a sus hijos a clase como medida de presión para que dicho alumno sea trasladado a otro centro. La familia del menor, preocupada por el revuelo que está afectando mucho al niño, quiere que su hijo continúe en su colegio actual al considerar que “es ahí donde debe de estar ya que desde que está en este colegio, mejoró en un 80%".


La LOMCE apuesta por favorecer la integración pero los problemas surgen cuando los derechos de unos chocan con los de otros. En este caso, la Administración prefiere dejar en manos de la familia la decisión de mantener al niño en su colegio actual o trasladarlo a un centro especial. Se considera que un alumno tiene necesidades educativas especiales cuando para el logro de los fines de la educación precisa de ayudas pedagógicas de tipo personal, técnico o material complementarias y/o diferentes de las que habitualmente da la escuela. En este caso, el alumno ya cuenta con una persona como cuidador y sería posible, incluso, una vía intermedia con parte de la educación recibida en su centro actual y otra parte en un centro especial como apoyo o refuerzo.
Los padres del resto de alumnos protestan ya que consideran que la actitud del alumno crea problemas en el aula, y quieren velar por la integridad física de sus hijos. “No queremos discriminar al niño, es una situación grave, no se trata de hiperactividad ni de un niño que se porta mal”. Aunque el sistema cuenta con aulas de atención a la diversidad, hay alumnos que presentan déficit de atención y problemas de relación que puede terminar en incidentes violentos. Estos alumnos suelen interrumpir la clase, distraen al profesor y a sus compañeros.


El reto es encontrar una solución de tal manera que todos los alumnos puedan recibir una educación de calidad en un ambiente seguro y al mismo tiempo, se garantice la igualdad de oportunidades para todos los niños tal y como establece la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

martes, 8 de diciembre de 2015

Educación, un libro en blanco

Elaborar el Libro Blanco de la Función Docente no universitaria fue la primera propuesta de Méndez de Vigo cuando, hace cinco meses, tomó posesión como nuevo ministro de Educación. El encargo, criticado por algunos por no explicar el motivo de la elección del experto, se le trasladó a José Antonio Marina. Una vez presentado el borrador, puesto a disposición de los miembros de la comunidad educativa, se puede consultar en la página web del Ministerio http://www.mecd.gob.es/prensa-mecd/actualidad/2015/12/20151207-libro.html.
A partir de enero, el ministerio tiene la intención de proceder a su valoración, estudio y debate con todos los actores implicados con el objetivo de presentar un texto que cuente con el máximo consenso. A lo largo de las 87 páginas, desarrolla una veintena de propuestas, entre las que destaca la carrera de los docentes que duraría siete años, de los que cinco serían teóricos y dos con prácticas remuneradas, una vez superado entre ambas fases un examen tipo MIR con plazas limitadas según las necesidades estimadas del sistema educativo.
Plantea tres tipos de carrera profesional: la académica, que comenzaría como docente en primaria o en secundaria y podría terminar como profesor en las facultades de Educación; la carrera de gestión, en la que de docente se podría pasar a ser director, inspector, formador de directores y profesor de gestión educativa en las facultades citadas y por último, para los que deseen dejar el aula, una carrera basada en becas para la formación continua, con años sabáticos y estancias en otros centros. El Libro Blanco no se olvida de los orientadores a los que pide haber estudiado psicología o pedagogía y pasar por un proceso formativo similar a los docentes.
Dado que hay elecciones el próximo 20D, es posible que este Libro, como tantos otros, acabe en un cajón del ministerio, pero hay que otorgarle el mérito de haber iniciado el debate sobre la mejora del sistema educativo. El Libro habilita una dirección de correo electrónico libro.blanco@mecd.es para aportar sugerencias que mejoren el contenido del mismo. Sería bueno que todos los miembros de la comunidad educativa participaran aportando su experiencia y sus ideas para mejorar el sistema educativo y sobre todo que, sean cuales sean los resultados electorales, los partidos se comprometieran a firmar un gran pacto nacional sobre educación, con visos de continuidad aunque cambie el color del gobierno.

martes, 1 de diciembre de 2015

Tutores y tutorías

Un candidato a la Presidencia del Gobierno estuvo en un plató de televisión y a la pregunta de si sabía el nombre de los tutores de sus hijas en el colegio tuvo que admitir que no. Pillado “in fraganti” intentó salir del fiasco agradeciendo la labor de “los maestros y las maestras” en la educación pública. Aparentemente el seguimiento de la educación de los hijos no recae en él, debemos suponer que es su mujer la que asiste a las reuniones en el colegio. No es el mejor ejemplo de igualdad que tanto predica.
Parece como si una parte de la sociedad se hubiera puesto de acuerdo en que sólo son las madres las que deban de supervisar las tareas escolares, ayuden en los deberes y acudan a las tutorías. La única razón que justifica el absentismo paterno es que crean que su tiempo, su trabajo o su ocio es más valioso que el de la madre, tanto como para no poder dedicar una hora al trimestre a la educación de los hijos.
Hay excepciones, hay padres, que sacan tiempo para llevar y recoger a sus hijos en el colegio, para ayudarles en las tareas escolares y por supuesto en acudir a las llamadas del centro escolar. A la hora de elegir los representantes en las APAS o en los Consejos Escolares, también son mayoría las candidatas femeninas sobre los masculinos.
Parece que los padres se reservan las grandes decisiones, deciden, conjuntamente con la madre, el colegio al que van sus hijos, si deben de recibir enseñanzas cívicas y/o religiosas, las actividades extraescolares, pero dejan el día a día en mano de las madres. Lo mismo que ocurre cuando los niños están enfermos, suele ser la madre la que pide horas en el trabajo o el día “de asuntos propios” para ir a la cita del pediatra.
Algo habrá que cambiar, necesitamos que esos padres ausentes de los centros escolares se convenzan de que son imprescindibles en el día a día del curso escolar y, además, al niño le encanta que ambos, padre y madre, acudan a las reuniones con los tutores. Esperemos que, a estas alturas, el candidato haya tenido tiempo de preguntar a sus hijas el nombre de sus tutores. Y después de las próximas elecciones, incluso saque tiempo para acudir a la próxima tutoría.

martes, 24 de noviembre de 2015

Donde los sueños se hacen realidad

Un solo parque de atracciones europeo recibió 14,2 millones de visitantes en 2014. Los visitantes españoles son los segundos si excluimos a los visitantes locales del propio país donde está situado. La cifra tiene aún más importancia si consideramos que pocos españoles viajan de turismo al extranjero, menos del 10%. ¿Qué tiene Disneyland París para resultar tan atractivo a la hora de elegir un destino? Se podría pensar que son los niños los protagonistas del viaje y así ocurre en parte pero cada vez más parejas jóvenes, sin hijos, grupos de amigas y amigos, estudiantes de Erasmus copan las atracciones del recinto parisino.
“Ir a Disney” es un premio, un regalo de comunión, incluso un destino en el viaje de novios cada vez más apetecible. Lo cual contrasta con los precios del viaje y la estancia, los precios de los productos que se compran en el parque, las colas interminables, los horarios, el clima , los autobuses gratuitos para ir al parque que no aparecen cuando más frío hace en la parada, y, desgraciadamente, en este momento otras razones de triste actualidad.
Es habitual escuchar a padres quejarse del tiempo de espera en las colas de las atracciones, a pesar de los “fast-pass” que ya no son lo que eran, a los niños llorar porque están cansados o han madrugado mucho para hacerse la foto con los personajes disponibles y encima su atracción favorita está cerrada por mantenimiento o a las madres hacer cuentas ante los precios disparatados de los recuerdos obligados o regalos prometidos a la vuelta.
Cenar en un restaurante temático con la compañía de Mickey y Pluto, o en un hotel del Parque tiene precios prohibitivos, pero eso no parece desanimar a las familias para lo que llevar a los hijos al Parque es casi cuestión de prestigio social.
A la vuelta los niños observan las fotos con Chip y Chop y los libros de autógrafos con las firmas de sus personajes preferidos, obtenidos tras formar una larga fila, los padres, por el contrario, observan el extracto de la visa y no entienden cómo han podido gastar tanto en tan poco tiempo.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Nacidos para comprar

El pasado 24 de octubre una conocida marca de supermercados iniciaba una promoción destinada a los más pequeños de la casa. Unos muñecos con forma de animales y monstruos en colores vivos con una ventosa para coleccionar, así como unas bolsas o un submarino de cartón para guardarlos. Para conseguirlos había que hacer una cantidad mínima de compra o adquirirlos directamente a un precio de 0,50 euros.
A mayores, en las tres semanas de la promoción editó y vendió dos ejemplares de una revista monográfica sobre los muñecos y creó una aplicación para descargarse en la tablet. Sin duda el supermercado consiguió una mayor afluencia de familias con niños pequeños gracias a estos simpáticos monstruos.
Los anunciantes saben que los niños a partir del año y medio empiezan a distinguir los logotipos y a los tres años distinguen unas marcas de otras. Son conclusiones de la profesora de Sociología de la Universidad de Boston Juliet Schor que ha publicado el libro titulado “Born to buy” donde analiza la reacción de los niños ante los impactos publicitarios.
Los publicistas de productos para niños disponen de una gran cantidad de medios que el menor consume a diario: canales infantiles, revistas, juegos, vídeos, tutoriales, incluso en algunos colegios se hacen presentaciones de productos o servicios destinados a los alumnos. Su argumento es que el niño refuerza su autonomía, su autoestima al tomar decisiones de consumo y, en último caso, los padres siempre podrán decirle que "no". Si dejamos que la televisión o la tableta se conviertan en la “baby-sitter” del niño, tenemos que saber que, sin ningún tipo de control por nuestra parte, el menor va a recibir una gran cantidad de impactos publicitarios. Por eso, a veces sin darnos cuenta, acabamos por llenar el carro de la compra con las marcas elegidas por los niños, convenientemente situadas a su altura en las estanterías del supermercado.
Porque aunque "no nos suele gustar la publicidad en general, nos encanta la publicidad en particular", como asegura Cindy Gallop, la empresaria y publicista británica.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

The Big O

La obesidad infantil es una de las preocupaciones comunes a todos los países. En España se calcula que uno de cada cuatro niños padece de sobrepeso. Dado que los niños comen al año unos 170 días en el colegio, la supervisión de dietistas y nutricionistas en los menús escolares y el sentido común de las familias responsables de alimentarlos los otros 195 días del año deberían de ser suficientes para frenar la constante subida de las cifras de obesidad infantil.
No hay que olvidar que la comida de mediodía supone casi el 40% de los aportes nutricionales ingeridos durante el día. Sin embargo, en muchos centros escolares hay máquinas expendedoras, cantinas o bares donde los niños pueden “complementar” su alimentación con todo tipo de chucherías. Y algunas familias recurren el fin de semana a una combinación letal: comida rápida y sedentarismo del menor.
La Xunta de Galicia acaba de prohibir la venta de refrescos y bollería industrial en los institutos y los expertos proponen una regla de fácil aplicación para las familias: “Más bocadillos y menos darle un euro al niño para la máquina de bollería”.
La Exposición “The Big O”, de la fotógrafa inglesa Abbie Trayler-Smith, da título a esta entrada y llega la FNAC de Callao en Madrid donde podrá visitarse hasta el 4 de diciembre. Es un estudio de los niños que integran las estadísticas británicas sobre la obesidad. En el Reino Unido se calcula que uno de cada tres tiene sobrepeso u obesidad llegando al 36% en Gales. Los efectos sobre la salud son obvios y a ellos se añaden los efectos psicológicos en una sociedad que valora la presencia física, la delgadez por encima de todo.
Ser obeso o incluso el simple sobrepeso se considera algo que el adolescente elige voluntariamente, por su estilo de vida y enseguida se le califica de gordo, perezoso, glotón, zampabollos o gordinflón. Acaba suponiendo un auténtico estigma y puede llevar a la discriminación primero en el patio de la escuela y después a la hora de acudir a entrevistas de trabajo. Pero esa misma sociedad que no ve con buenos ojos a las personas obesas está constantemente tentándonos con productos ricos en calorías, con poco o nulo valor nutritivo y nos anima a un estilo de vida sedentario.
Las nuevas tecnologías tienen su parte de responsabilidad ya que los jóvenes sentados delante de una tablet o compartiendo WhatsApps no sienten la necesidad de salir a quedar con los amigos, a caminar, a jugar o a practicar algún deporte. Y los padres respiran aliviados cuando los adolescentes prefieren quedarse el sábado por la noche en su habitación chateando ya que les evita el desasosiego de quedarse en vela, esperando su regreso, confiando en que vuelvan sanos y salvos.

Como dice Nuria Más, profesora del IESE, “por primera vez en la historia de la humanidad, la obesidad se ha convertido en un problema para la salud mayor que el hambre”. 

sábado, 7 de noviembre de 2015

ESO hasta los dieciocho años

Una de las propuestas electorales para la educación consiste en ampliar la enseñanza obligatoria hasta los dieciocho años. No es una idea nueva, ya en 2009 el entonces ministro de Educación Ángel Gabilondo, lo sugería como idea para la reflexión, el sindicato CCOO lo pedía hace sólo dos años y en general hay un cierto consenso en que sería un cambio posible para los próximos ocho años.
Sin embargo esta idea está ya implantada en otros países europeos como Alemania, Holanda y Bélgica. En Estados Unidos, en la treintena de estados donde aumentó la enseñanza obligatoria hasta los 17 o 18 años, la decisión la tienen los padres que pueden eximir a sus hijos de seguir escolarizados. Para sus defensores, esta ampliación de la Enseñanza Obligatoria reduciría el abandono escolar y el profesor de Economía y Políticas Públicas de la Universidad de Toronto Philip Oreopoulos calculaba en un estudio del año 2009 que cada año a mayores de escolarización aumentaría un 10% la riqueza que obtendrá esa persona a lo largo de su vida y que la tasa de abandono se reduciría casi un 2%. Sus detractores la consideran inviable, ineficaz y contraproducente. Su argumento es que no deberíamos obligar a jóvenes de 17 y 18 años a permanecer en las aulas si ellos no lo desean.
La Confederación de Centros de Enseñanza propone aumentar la escolarización obligatoria y en paralelo crear un itinerario especial para los estudiantes que no consigan terminar la Secundaria y puedan incorporarse al mercado laboral. La medida tiene un componente económico que no se ha cuantificado. Supondría necesariamente incrementar los conciertos con los colegios, reforzar la red pública de Institutos y proponer una especialización de centros. Además deberían revisarse los contenidos de los cursos de la actual ESO y del Bachillerato que podría desaparecer. Las primeras estimaciones hablan de un incremento de trescientos mil alumnos, con el correspondiente descenso de un cuarto de millón de parados y la contratación de al menos 20.000 profesores.
Andreas Schleicher, Subdirector de Educación de la OCDE considera que ya hay fuertes incentivos económicos para que la gente permanezca en la escuela y grandes desventajas laborales para los que no tienen ninguna formación. Elevar la edad de escolarización obligatoria puede ser una manera de mejorar los resultados, pero motivar a los jóvenes para seguir en la escuela y ofrecer una instrucción de gran calidad es, por lo menos, igual de importante.

sábado, 31 de octubre de 2015

Leer perjudica gravemente la ignorancia

A los niños, cuando son pequeños, les contamos cuentos para ayudarles a dormir. No importa que sea un cuento real o alguna historia que vayamos inventando sobre la marcha. Hay que tener cuidado con esto último porque ellos no olvidan y cuando un par de noches después nos piden que se la volvamos a contar podemos encontrarnos con que ellos recuerdan mejor los detalles que nosotros mismos. Para ayudarles a comprender el mundo y su lugar en él, los niños necesitan cuentos. A medida que van creciendo ya son ellos los que nos piden cinco minutitos antes de apagar la luz para leer unas líneas de su libro favorito. Ese libro que les ayuda a narrar y entender no solo una historia, sino su propio papel en el mundo, aunque el libro pueda ser el mismo noche tras noche.
Hay una coincidencia entre todos los expertos que los libros infantiles y juveniles son los libros más importantes en nuestra vida, los que más van a influir en nuestras vidas. Los propios padres deberían asumir que, como en tantas otras cosas, el ejemplo es esencial, y padres lectores suelen educar hijos ávidos de leer. Algunos críticos menosprecian sistemáticamente la literatura para niños, sin darse cuenta de que es una manera de transmitir valores y despertar la imaginación de los más pequeños. Hay poca literatura diseñada para los niños que no sea segregada de la de los adultos sin darse cuenta de que los niños son tan heterogéneas como los adultos. Sin embargo, en la literatura infantil se suele cuidar el sentido estético, suelen tener buenos ilustradores y a veces esas ilustraciones son mucho mejores, incluso, que la propia literatura lo que les permiten a los más pequeños inventarse la historia que acompañaría a las imágenes de un libro cuyo texto aún no pueden descifrar.
Este año el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil ha recaído en la escritora viguesa Ledicia Costas por su obra “Escarlatina, a cociñeira defunta”, próximamente traducida al castellano y al catalán y que va por su quinta edición. Las ilustraciones son obra de Victor Rivas, con el que Ledicia ya está preparando una precuela.
Como manifiesta la propia Ledicia, “las sensaciones que me provocaron los libros que leí en mi infancia fueron irrepetibles. Me encantaría conseguir prender esa luz en alguien”.

sábado, 24 de octubre de 2015

Regreso al futuro

En 1985, el equipo A, el Coche Fantástico o Falcon Crest reinaban en la televisión y en la pantalla grande Marty McFly iniciaba su viaje que le llevaría hasta la actualidad en la famosa película “Back to the future II”, estrenada en 1989, que nos anticipaba un futuro con los robocordones de la Nike Mag o con un paseo en el hoverboard pero no preveía como estaría la educación treinta años después.
Y la verdad es que no le hubiera sido fácil hacer un pronóstico porque aunque aparentemente el aspecto de las aulas no ha cambiado mucho en estos años, la aparición de las nuevas tecnologías, de los libros digitales, de las tabletas, de los propios teléfonos móviles e inteligentes ha revolucionado la manera de enseñar y de aprender.
Ahora el reto sería intentar dar un salto en el tiempo similar al que plantea Robert Zemeckis e intentar conocer cómo será la educación en el año 2045. Si nuestros políticos siguen empeñados en utilizar la educación como bandera electoral y partidista, probablemente hayamos tenido otras cinco o seis nuevas leyes de educación. Desde la LODE de 1985, hasta la actual LOMCE, hemos tenido leyes como la LOGSE, en 1990, la LOCE, en 2002 y la LOE en 2006.
Dependiendo del color del Gobierno de turno, tendremos una apuesta mayor o menor por la Educación Pública, un apoyo más o menos claro hacia los conciertos con los colegios privados que creó precisamente la LODE antes citada hace ya más de treinta años. Lo que inicialmente se planteaba como una ayuda a la educación pública, se convirtió en una opción que muchos padres eligen cada año para sus hijos, haciéndose cargo el estado del coste de los profesores y una parte de los gastos generales y los centros, es decir las cuotas de las familias, del resto de costes e inversiones necesarias para garantizar la calidad de este tipo de enseñanza.
Más complicado será adivinar el papel del docente dentro de treinta años. Hemos pasado del maestro, de las clases magistrales, a un previsible futuro sin libros, sin clases propiamente dichas, sin deberes, sin exámenes y sin profesores, que se convertirían en acompañantes y guías de los alumnos. Dado que Zemeckis no nos va a aclarar cómo va a ser nuestro particular regreso al futuro, sólo nos queda ir construyéndolo día a día con nuestro trabajo, con nuestro esfuerzo y de la mano del resto del claustro y de las familias. En cualquier caso nos emplazamos en el año 2045 y si aún existen los blogs podremos dar respuesta a todas estas incógnitas. 

sábado, 17 de octubre de 2015

Al salir de clase

En septiembre de 1997 arrancaba el primer episodio de la serie que da título a esta entrada. Si la serie se hiciese ahora se titularía “Al salir de clase, de judo, de piano, de chino,…”. Porque los niños de ahora además de pasar sus ocho horas en el colegio tienen una gran cantidad de actividades extraescolares, unas en el propio centro, otras en academias o centros públicos.
Jaume Trilla Bernet, autor de la obra “La educación fuera de la escuela”, considera que, las actividades deberían combinarse con momentos de libertad para jugar, para leer o para aburrirse. Para Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, los niños necesitan jugar más e ir menos a clases extraescolares. Cuando un niño tiene todo el tiempo atiborrado de actividades, se cerebro no sabe entretenerse solo, no sabe divertirse. Los niños necesitan tiempo para imaginar, para inventar juegos solos y nos estamos cargando esa parte de su infancia.


Cuando los horarios de los padres y los hijos no coinciden, tendemos a recurrir al centro para que se haga cargo del niño. Por las mañanas con el servicio de madrugadores, por las tardes con las 
actividades extraescolares. Y aunque éstas se acaben convirtiendo en un medio para hacer compatible el horario del niño y el de los padres, podemos aprovechar para ocupar ese tiempo en actividades que ayuden al desarrollo del menor.
A medida que el niño crece va perfilando sus aficiones, tanto artísticas como deportivas. Es básico que el niño quiera realmente anotarse en una actividad y que, una vez iniciada, se mantenga en ella durante todo el curso. Pero deben de ser compatibles con tener tiempo para estudiar o hacer los deberes y con descansar. Y para los padres no suponen una excusa para no disponer de tiempo para jugar con sus hijos, porque sigue siendo , el jugar con sus padres, la actividad extraescolar preferida por los niños.

sábado, 10 de octubre de 2015

Primer amor, primer dolor

Al llegar a la adolescencia los jóvenes descubren el enamoramiento. Aunque los padres suelen quitarle importancia, para ellos es algo muy importante y la persona amada puede convertirse de la noche a la mañana en el centro de su vida y en el referente de sus opiniones. El papel de los padres no es fácil y solamente les queda intentar enseñarles que el amor debe de ir unido al respeto. Sin respeto nunca habrá amor. Y que amar a alguien es una decisión libre y la libertad significa no hacer algo que no quieran hacer.
Aunque aceptemos que el primer amor nunca se olvida, los jóvenes se suelen enamorar del amor, de la ilusión por otra persona a la que suelen idealizar y van conociendo poco a poco que al amor también es inseguridad, timidez, miedo, dolor además de alegría y un medio para integrarse en el mundo de los adultos. De ahí el título a esta entrada tomado de la novela de José Luis Martín Vigil.
En el aula ya empiezan a aparecer las primeras “parejas” en la etapa de infantil y no es raro escuchar a niños de primaria comentar que a un niño le gusta determinada compañera, o que aquellos dos son novios. Pero el “virus” del amor les ataca inexorablemente al llegar a la ESO y en clase el enamoramiento se asocia a estar en las nubes, a escribir el nombre de un chico o de una chica cientos de veces, a preocuparse más de su aspecto personal, de su ropa, a hablar constantemente de un amigo especial, a dejar de lado la rutina de atender, estudiar y hacer deberes para sumirse en un estado de ensoñación en el que lo único que merece la pena es estar con la persona amada. Todo lo demás, colegio, familia e incluso amigos, pasan a un segundo plano.
Para los profesores tener una clase llena de “parejitas” con sus arrebatos, con sus enfados, con sus lágrimas, no es la situación ideal. De repente ve que el alumno ideal, cumplidor, respetuoso, con las tareas al día y buenas notas se transforma en un alumno que no atiende, que no hace los deberes, y finalmente que suspende. Y el clima en el aula puede enrarecerse por problemas de celos. Pero solo queda tomárselo con paciencia, pensar que todos alguna vez fuimos adolescentes y pasamos por esa etapa de enamoramiento y esperar que el tiempo vuelva a poner las cosas en su sitio. Porque como cantaba John Paul Young, en “Love is in the air”, “el amor está en todos los sitios, en el aire, en cada suspiro y en cada sonido”.

lunes, 5 de octubre de 2015

My tailor is rich

En los años cincuenta y sesenta del siglo pasado los estudiantes tenían como idioma extranjero el francés. El idioma de la diplomacia para aprender la historia y la cultura francesa, con canciones como el “Frère Jacques, Dormez vous?” y, en una veintena de ciudades, con la Alianza Francesa para reforzar el aprendizaje como actividad extraescolar.
Pero en los setenta ya descubrimos que el inglés era una lengua utilitaria y funcional. Dejamos de lado a Molière y a su “Tartufo” o el “El enfermo imaginario” para abrazar a Shakespeare y su “Hamlet” o su “Romeo y Julieta”. Nos entregamos a la “New wave” olvidando a Serge Gainsbourg y Jane Birkin o a Françoise Hardy. El ASSIMIL nos preparaba para hacer turismo en Londres contándonos lo rico que era nuestro sastre.


Con el nuevo siglo, el idioma inglés se convierte en la barrera para acceder a cualquier entrevista de trabajo y los idiomas, en general marcan la diferencia a la hora de conseguir un empleo. Esto se traslada a la educación y primero los centros privados y más adelante los colegios públicos apuestan por un modelo bilingüe que se transformará en trilingüe en las Comunidades con lengua propia. Para los nativos digitales el conocimiento del inglés es básico por la explosión de las TIC. Ya no es solamente una asignatura, es su lengua básica a la hora de ver películas o series en V.O. bajadas en sus smartphones o en sus portátiles y a la hora de jugar con los videojuegos o seguir a los Youtubers.

Para los centros públicos el principal escollo es tener profesores con nivel de inglés suficiente, un B2, ya que no es requisito para obtener la plaza. En los centros privados, al fichar docentes por el currículo pueden exigirlo si el colegio quiere impartir la asignatura en inglés. Al final nos encontramos con muchos centros públicos bilingües donde la asignatura que se imparte en ese idioma es la educación artística, la educación física o la música, ya que el profesor encargado tiene el nivel exigido y no matemáticas o ciencias sociales.

El inglés como exigencia académica de la LOMCE se amplía con la necesidad de obtener el correspondiente certificado lo que obliga a examinarse ante un organismo independiente. Los más reconocidos a nivel mundial son el TOEFL y el IELTS, americano y británico respectivamente, aunque en España hemos apostado mayoritariamente por el First, Advanced y Proficiency de Cambridge válidos solamente en la Unión Europea. Esto ha provocado que en muchos centros utilicen ya en la enseñanza reglada del idioma el esquema que utiliza Cambridge English dividiendo la docencia en varios grupos: Reading, Writing, Listening y Speaking pudiendo impartir cada grupo un profesor distinto.