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domingo, 27 de septiembre de 2015

Ponle freno

El diario “El País” destaca hoy que la seguridad vial de los menores ha experimentado un gran avance en los últimos 25 años. En 1990, los fallecidos de entre 0 y 14 años ascendían a 307 personas. En 2013, hubo 46 víctimas. En 2002 usaban sillitas infantiles el 56% de los menores mientras que diez años más tarde era el 98%. Pero ahora se quiere dar un paso más y, no sólo convencer a los padres de que no es excusa un trayecto corto o la pereza de atar a los niños, hacer llegar el mensaje a los propios niños en el colegio. A partir del próximo mes, además, no se puede llevar la sillita en el asiento delantero y los propios padres podrán ser imputados por homicidio si un menor, que viaje con ellos sin retención, fallece en un accidente de tráfico.

El Congreso de los Diputados solicitó el pasado mayo al Gobierno que la Educación Vial sea una asignatura obligatoria y también evaluable en los colegios. Así lo aprobaron por unanimidad todos los partidos políticos durante la Comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible. La inclusión de la Educación Vial como asignatura obligatoria, es necesaria para que los pequeños y jóvenes crezcan con esa responsabilidad que puede salvar tantas vidas en un futuro. Y es que, educar en seguridad vial, es educar en valores.
Para la Fundación Ponle Freno del grupo Atresmedia, la inclusión de la Educación Vial como asignatura obligatoria es su gran objetivo para 2015. Se trata de inducir el desarrollo de una actitud preventiva y segura ante el tráfico, pero no sólo porque existan unas normas, sino explicando para qué sirven esas normas y como su cumplimiento les protege frente a situaciones peligrosas. Contemplan el tráfico desde otra perspectiva pero participan inevitablemente en él. Tienen algunas nociones básicas, suelen viajar en la parte trasera del coche y son conscientes de la importancia de su seguridad. Pero no reciben una formación obligatoria en el colegio.

Es fundamental que los escolares estén informados en estos temas desde el inicio, que conozcan que las normas están para evitar accidentes. Porque la concienciación sobre los comportamientos en carretera también es cosa de niños. Y proponen al Gobierno "Unidades didácticas específicas, evaluables y obligatorias tanto en la educación primaria como secundaria." Algo muy importante porque cuando estamos concienciados de los riesgos conducimos con prudencia y cumplimos las normas de circulación, garantizamos mejor nuestras vidas y las vidas de los demás. Se trata de que los alumnos reflexionen sobre las normas, sobre la importancia de respetarlas, las distintas rutas y medios de transporte para llegar al colegio, sus riesgos y porqué no deben de ir solos por la calle o la importancia de llevar el caso cuando van en bicicleta.

martes, 22 de septiembre de 2015

Bravo por la música

La Ley General de Educación de los años setenta introdujo la música como un área más en la enseñanza obligatoria. Todos recordamos los “conciertos” interminables de flauta mientras los chicos practicaban sin cesar con mejor voluntad que oído. La LOGSE supuso un paso más e incorporó la música a la enseñanza tanto en Primaria como en Secundaria. Se desarrollaba la especialidad musical en los estudios de magisterio y se puso en marcha un plan de formación especializada para los profesores.
La LOMCE establece, además de las troncales, asignaturas específicas y de libre designación tanto por parte de la Comunidad Autónoma como por el propio centro, con libertad para impartirlas o no y para decidir el número de horas a la semana si deciden hacerlo. Las Comunidades se están inclinando por materias que tienen gran predicamento entre los alumnos como la robótica, la programación, el ajedrez o la oratoria. Por su parte los centros optan mayoritariamente por reforzar alguna materia del curriculum o por los idiomas. Así la gran perjudicada por estos cambios es la música que se queda en terreno de nadie si no es obligatoria ni tampoco las Comunidades ni los centros deciden incorporarla dentro de sus competencias.
Hay gran cantidad de estudios que indican que la música tiene una influencia muy positiva en el desarrollo cognitivo, creativo, intelectual y psicológico de los niños. También parece probado que con la música se consigue una estimulación del hemisferio izquierdo del cerebro, encargado de desarrollar el aprendizaje del lenguaje, de la escritura y la lógica. Estudiar música, en definitiva, ayuda a desarrollar la creatividad, a comunicarnos mejor, a tener buena memoria y mejor capacidad de concentración y coordinación. Contribuye a la desinhibición, a la expresión personal y a mejorar la autoestima. Para todos, en definitiva, la música es una poderosa herramienta de aprendizaje desde nuestros primeros meses de vida.
Más allá de la discusión de si la música es o no un lenguaje universal, lo que está claro es que es un medio de expresión, un lenguaje que puede tener más significados que el propio lenguaje oral. Algunos van más allá, para Aristóteles, “la música expresa los movimientos del alma”. Para el cantante de los Rolling Stones, Keith Richards, “la música es una necesidad. Después de la comida, del aire, del agua y del calor, es la siguiente necesidad en la vida”. Para Nietzsche, la música nos une, nos puede exaltar, es capaz de animarnos y de romper los más duros corazones y, por ello, la vida sin ella es un gran error.
Como ninguno lo expresaba la canción de Juan Pardo, “Bravo por la música, que nos hace mágicos, bravo por la música, tan hermosa y cándida, lánguida enigmática y a veces ciclón”

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Más no es igual a mejor

El último informe PISA sobre habilidades digitales de los alumnos nos descubre algo que todos podemos constatar a diario: no por tener más ordenadores en las aulas mejoran automáticamente los resultados académicos o lo que es lo mismo, la tecnología facilita el aprendizaje pero no lo garantiza por sí misma. Como parece lógico, hace falta además un uso adecuado de la misma.
La necesidad de tener ordenadores en el aula es algo aceptado, de hecho casi el 90 % de las mismas los tiene, bien ordenadores de mesa, portátiles o tabletas. En España, según la OCDE, tres cuartas partes de los alumnos los utilizan, con una ratio de 2,2 alumnos por ordenador. Comparando estas cifras con Finlandia, nuestro referente en la educación, quedamos por debajo en el porcentaje de alumnos (90% frente a 73%) pero, en cambio, la ratio es más favorable (2,2 frente a 3,1 de los finlandeses), ya que, en general, los países que obtienen mejores resultados no son los que más invierten en tecnologías. La media de utilización de internet en clase en España es de 35 minutos diarios, frente a los 18 del país nórdico, pero, en nuestro país, un tercio de los alumnos no lo utiliza nunca.
En lo que ya no hay acuerdo es en su utilización. En muchos centros no hay una planificación de las aplicaciones y ni siquiera una formación continua en el uso de los equipos para los docentes. Esa planificación incidiría en una utilización de los equipos basándose en la calidad y no en la cantidad de tiempo invertido. Así los alumnos deberían utilizar el tiempo de la clase de informática, con una adecuada labor del profesor, en aprender a navegar para buscar información, utilización de programas y a elaborar tablas de datos y gráficos desde el ordenador.
Si comparamos el rendimiento en función del tiempo que destinan al uso de la tecnología en el aula, nos saldría una figura como la Campana de Gauss, es decir que a medida que el tiempo va aumentando, se incrementa el aprendizaje pero hasta un punto (la cima de esa teórica campana) a partir del cual más tiempo supone menor aprendizaje. En definitiva utilizar excesivamente la tecnología es tan perjudicial como no usarla en absoluto. Lo mejor, como casi siempre, el término medio.
En resumen, en España más alumnos utilizan más tiempo el ordenador pero sus resultados académicos no mejoran de manera sustancial. El director de Educación de la OCDE y coordinador del Programa PISA, Andreas Schleicher, lo resume en el prólogo del Estudio “Estudiantes, Ordenadores y Aprendizaje” de la siguiente manera: “Si queremos alumnos más inteligentes que sus smartphones, hay que reflexionar seriamente sobre la pedagogía que utilizamos. La tecnología puede mejorar una buena docencia, pero no sustituirla”.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Homeschooling, la escuela en casa

Los defensores del “homeschooling” o “unschooling”, sostienen que la educación en casa es una opción educativa tan válida como la enseñanza en la escuela. Y, añaden, forma parte de la libertad de cada familia el derecho a escoger la forma en que desea educar a sus hijos. Según la revista digital NCRegister, el número de niños educados en casa sin escolarizar en USA, que se han incrementado en un 62% en la última década, representan un 3,5% de la población en edad escolar, lo que supone casi dos millones de alumnos que se forman en sus hogares.
Los motivos que aducen las familias no suelen ser mayoritariamente el deseo de darles a sus hijos una educación basada en religiones o pedagogías alternativas a las mayoritarias, sino su preocupación por la convivencia en la escuela, por el problema del bullying, por la baja calidad de la enseñanza y por la falta de valores que detectan en los colegios. Otros países anglosajones, como Australia, Nueva Zelanda, Canadá e incluso Irlanda, permiten esta práctica y llevan registros oficiales de las familias que apuestan por el “homeschooling”.
En los países latinos, Argentina y sobre todo México, están surgiendo foros de padres como “Aprende con Alas” que dan consejos y cursos de capacitación a los padres y venden materiales didácticos adaptados a la educación en el hogar como juguetes interactivos, láminas y canciones para facilitar el aprendizaje. En España hay casos contados que últimamente están recibiendo el refrendo judicial. Aunque legalmente se podría considerar que no llevar a los hijos a la escuela suponía abandono, en los últimos casos denunciados, los tribunales, con sus sentencias, están reforzando las tesis de los defensores de la educación de los menores en casa. En una de ellas, dictada este año en Ourense, la magistrada consideraba, que “ los padres no cometieron abandono….no puede entenderse que se han quebrantado los deberes legales de asistencia inherentes a la patria potestad…La opción adoptada de educar en casa no puede considerarse punible…ya que se está educando a los hijos, aunque fuera del sistema oficial”. Una psicopedagoga confirmó la implicación de toda la familia en el proceso de aprendizaje.
Los menores están matriculados en una institución académica a distancia de California donde les hacen una evaluación periódica por internet. Utilizan materiales didácticos y realizan actividades extraescolares. Para los detractores de este método de educación los inconvenientes son mayores que las ventajas: impiden la socialización de los niños, la validación oficial de los conocimientos o el cambio de papel de los padres que pasan a ser también maestros. Para los defensores hay que asumir “la idea radical de que podemos vivir como si la escuela no existiera”, como la define Laura Mascaró. 

domingo, 6 de septiembre de 2015

Nunca es demasiado tarde

Esta semana se estrena en España la película italiana “El maestro”. Cuenta la historia de Alberto Manzi, un profesor que intentó llenar de esperanza a un grupo de jóvenes a los que la sociedad había abandonado por imposibles. Después de la segunda gran guerra, Alberto Manzi, posteriormente conocido por ser el autor de “Orzowei”, encuentra trabajo como maestro en un reformatorio donde estaban encerrados jóvenes delincuentes muchos de los cuales no sabían leer ni escribir.
La tarea del profesor bienintencionado, con métodos innovadores, que se atreve a decir “no” a sus superiores si cree en que lo que le piden es injusto, que lucha contra la desconfianza de los alumnos, contra las barreras que establecen las autoridades educativas y los miedos y prejuicios sociales, ya se contó en otras películas como “Monsieur Lazhar”, película canadiense en la que un emigrante argelino sustituye en un colegio a una profesora que se suicidó en clase, la inolvidable “El Club de los Poetas Muertos”, uno de los mejores papeles de Robin Williams, y su famoso final de “Oh, capitán, mi capitán”, “Diarios de la calle”, basada en hechos reales, con Hilary Swank en el papel de una profesora de instituto, sin olvidarnos de Michelle Pfeiffer, una exmarine a cargo de un grupo de adolescentes afroamericanos y latinos en “Mentes Peligrosas”.
En “El maestro” recuperamos la historia de Manzi empeñado en devolver a sus alumnos la confianza en sí mismos y en un futuro mejor, basándose en que si tratamos bien a las personas, con independencia de su trayectoria personal anterior, éstas podrán encontrar el modo de convertirse en buenas personas. Para Manzi, ya entonces, el gran reto era cambiar el sistema educativo. En los años sesenta fue el presentador del programa televisivo “Nunca es demasiado tarde”, un adelantado de la enseñanza a distancia con guiones improvisados en su lucha contra el analfabetismo.
La película quiere ser un homenaje a los maestros de aquella época que tanta huella dejaron en sus alumnos y un canto a la noble labor de enseñar. A la mayoría no se les reconoce como héroes tal y como les ocurre a los protagonistas de las películas citadas, pero la labor callada, constante y sin hacer ruido de muchos maestros consigue que no haya alumnos que tengamos que dejar “por imposibles” porque como dice el título original de “El Maestro”, "nunca es demasiado tarde para empezar a aprender".