El diario “El País” destaca hoy que la seguridad vial de los menores ha experimentado un gran avance en los últimos 25 años. En 1990, los fallecidos de entre 0 y 14 años ascendían a 307 personas. En 2013, hubo 46 víctimas. En 2002 usaban sillitas infantiles el 56% de los menores mientras que diez años más tarde era el 98%. Pero ahora se quiere dar un paso más y, no sólo convencer a los padres de que no es excusa un trayecto corto o la pereza de atar a los niños, hacer llegar el mensaje a los propios niños en el colegio. A partir del próximo mes, además, no se puede llevar la sillita en el asiento delantero y los propios padres podrán ser imputados por homicidio si un menor, que viaje con ellos sin retención, fallece en un accidente de tráfico.
El Congreso de los Diputados solicitó el pasado mayo al Gobierno que la Educación Vial sea una asignatura obligatoria y también evaluable en los colegios. Así lo aprobaron por unanimidad todos los partidos políticos durante la Comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible. La inclusión de la Educación Vial como asignatura obligatoria, es necesaria para que los pequeños y jóvenes crezcan con esa responsabilidad que puede salvar tantas vidas en un futuro. Y es que, educar en seguridad vial, es educar en valores.
Para la Fundación Ponle Freno del grupo Atresmedia, la inclusión de la Educación Vial como asignatura obligatoria es su gran objetivo para 2015. Se trata de inducir el desarrollo de una actitud preventiva y segura ante el tráfico, pero no sólo porque existan unas normas, sino explicando para qué sirven esas normas y como su cumplimiento les protege frente a situaciones peligrosas. Contemplan el tráfico desde otra perspectiva pero participan inevitablemente en él. Tienen algunas nociones básicas, suelen viajar en la parte trasera del coche y son conscientes de la importancia de su seguridad. Pero no reciben una formación obligatoria en el colegio.
Es fundamental que los escolares estén informados en estos temas desde el inicio, que conozcan que las normas están para evitar accidentes. Porque la concienciación sobre los comportamientos en carretera también es cosa de niños. Y proponen al Gobierno "Unidades didácticas específicas, evaluables y obligatorias tanto en la educación primaria como secundaria." Algo muy importante porque cuando estamos concienciados de los riesgos conducimos con prudencia y cumplimos las normas de circulación, garantizamos mejor nuestras vidas y las vidas de los demás. Se trata de que los alumnos reflexionen sobre las normas, sobre la importancia de respetarlas, las distintas rutas y medios de transporte para llegar al colegio, sus riesgos y porqué no deben de ir solos por la calle o la importancia de llevar el caso cuando van en bicicleta.