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domingo, 26 de abril de 2015

Sin libros ni asignaturas, sin deberes ni exámenes

En la prensa se recoge el caso de un colegio concertado que ha puesto en marcha una pequeña revolución en su método de enseñanza, resumido en el título de esta entrada: Sin asignaturas, sin libros de texto, sin exámenes, sin deberes. A mayores tampoco hay tabiques ni tarimas, ni clases magistrales, ni silencio en las aulas. No hay asignaturas porque los alumnos, auténticos protagonistas del aprendizaje, trabajan por proyectos transversales en equipos de tres o cuatro personas. No hay exámenes, porque cuenta la evaluación diaria a partir de los trabajos individuales y de equipo.

El profesor huye de las verdades absolutas y da libertad a los chicos para que desarrollen toda su imaginación y creatividad. Ya no es el maestro que todo lo sabe, sino un guía que coordina y tutela el trabajo de los alumnos. Hoy en día ya en muchos colegios, además de las asignaturas clásicas, hay horas dedicadas a hacer trabajos o proyectos sobre temas actuales: el día de la tierra, al año de la luz, el aniversario de algún gran artista. Algunos temas, incluso, son elegidos por los propios alumnos en función de sus gustos o aficiones: la música, la danza, el deporte, que tienen cabida en su tiempo de ocio, sirve para comprobar que saben utilizar las herramientas que se les facilitan en clase. Pero éste es un paso más, que exige un gran trabajo previo por parte de los docentes.
El cambio empezó precisamente por la falta de motivación que muchos alumnos sufren al terminar la educación primaria e iniciar la secundaria con los cambios propios de la adolescencia. Fundamentalmente, los chicos se aburren en clase. Los profesores y los padres lo notan. Nadie puede estar contento cuando una actividad,de tanta entrega por parte de los profesores y tan costosa para los padres y para la Administración como la educación, se convierte en una actividad tediosa para sus protagonistas.
A mayor aburrimiento, además, más conflictividad en las aulas, así que el cambio hay que recibirlo como una oportunidad para formar a los adolescentes de otra manera. Las primeras sensaciones son que los alumnos están más predispuestos al aprendizaje, hay menos problemas en las aulas, se refuerza el trabajo en equipo y la expresión oral soluciona la auténtica asignatura pendiente de nuestra educación: saber hablar en público.
Habrá que estar atentos a los resultados del que puede ser el primer paso de una de las reformas educativas más innovadora de los últimos años.

lunes, 20 de abril de 2015

Inevery Crea

Existe una comunidad para profesores y profesionales de la educación llamada Inevery Crea para crear, desarrollar y compartir recursos educativos. Nos permite navegar por sus seis secciones: explorar recursos, subir contenidos, participar en iniciativas crea, debatir ideas, conocer a profesores y acceder a un consultor TIC.
Pone a nuestra disposición más de seis mil recursos organizados por edades, por niveles educativos, por materias y en varios tipos de presentación como app, libro, unidad didáctica tutorial, juego o web entre otras. Existen recursos en los idiomas oficiales españoles y también en inglés, francés, alemán y portugués.

Para subir recursos hay que registrarse, un trámite rápido y gratuito. En cuanto a participar en las iniciativas, destaca el Café Crea, encuentro entre profesionales y familias, en el que se debaten temas de interés como la Open Class, el pensamiento creativo y visual o el papel de las redes sociales en la educación. Otras iniciativas son el Crea Aula, Crea Proyecto o el Crea Taller.
Podemos también debatir ideas, exponer dudas, resolverlas, de tipo académico o incluso dudas legales sobre los límites en nuestra labor educativa. Podemos acceder a un consultor TIC para plantear las dudas acerca del uso de las tecnologías de la información y su aplicación en nuestras aulas y conocer a profesores destacados, incluido el profesor del mes y su trayectoria.

En la página web de Inevery Crea podemos seguir las novedades educativas y noticias de interés. Actualmente hay redes Inevery Crea en España, Argentina y México.

jueves, 16 de abril de 2015

Sólo se puede aprender aquello que se ama

Cada vez hay más artículos sobre el mundo educativo que incorporan el término neuroeducación. Esta disciplina, heredera de la neurodidáctica, se basa en el papel del cerebro en el proceso de aprendizaje. Así, por ejemplo, aconseja que durante los primeros años de vida, los niños vivan en contacto con la naturaleza ya que a esas edades aprenden las formas, los colores y el movimiento. En la etapa adolescente el cerebro se rige más por la emoción que por la razón. Los jóvenes buscan sus propios límites e intentan superarlos. El intento de enseñar de manera racional siempre será más difícil que si abordamos la parte emocional. Podemos, por ejemplo, provocar el rechazo hacia el estudio de las ciencias ya que ellos lo ven como algo aburrido, carente de emoción y de capacidad de sorpresa.

La idea de aplicar el conocimiento del cerebro a la formación no es nueva. Hasta ahora, según el neurocientífico Francisco Mora, autor del libro de Alianza Editorial que da título a esta entrada, “habíamos hablado de la memoria, de la atención y de la emoción, pero de forma desperdigada, sin darnos cuenta de que los códigos del cerebro que utiliza para aprender o memorizar son tan esenciales para la supervivencia como el comer”. La emoción sería el ingrediente secreto del aprendizaje, ya que la ciencia ha demostrado que no aprendemos al memorizar, ni al repetir una y otra vez, sino al hacer, al experimentar y sobre todo al emocionarnos y lo aprendido en grupo permanece más tiempo en la memoria.


En la práctica los colegios, según la Revista Educación 3.0, pueden aplicar la neuroeducación en las visitas culturales, con actividades que fomentan el aprendizaje en un entorno de juegos en el que los alumnos se planteen diversos retos. Una herramienta como Aprendeaver nos puede ayudar a diseñar actividades. Propone que los alumnos utilicen el aprendizaje por descubrimiento, aumenten su autonomía y concilien el entretenimiento y el conocimiento.Tras una visita a un museo los alumnos pueden elaborar una revista digital de época, realizar entrevistas a personajes históricos, realizar puzles con algún cuadro o descubrir un enigma a partir de unas pistas.
Hay proyectos pilotos en algunas comunidades como Madrid para desarrollar un proyecto de estimulación de neurociencia funcional.Al final todo conduce, a enseñar a los jóvenes a ser buenas personas y como indica Aprendeaver, " cambiar la estructura tradicional de la enseñanza por metodologías que potencien la creatividad, el pensamiento y la autonomía del alumno".

sábado, 11 de abril de 2015

Somos datos

Hasta hace unos años, la gran mayoría de los datos producidos en el mundo eran resultado de procesos científicos, industriales y administrativos. Pero con la aparición de las tecnologías móviles, los datos se producen espontáneamente con nuestra actividad diaria. El pasado mes tuvo lugar en Sevilla la cumbre que de forma anual celebra la Singularity University de California, con el respaldo de Google y la NASA y entre sus objetivos está el de asumir y resolver uno de los grandes retos de la humanidad: el cambio en la educación.
Para ello todos, padres, docentes y alumnos, debemos aprovechar los cambios tecnológicos que están irrumpiendo en nuestras vidas de forma irreversible y a gran velocidad. No hay marcha atrás. Cada vez estamos más interconectados, cada vez más "todo llega a todas partes". Las cifras de ventas mundiales de smartphones alcanzarán en 2015, las 1.000 millones de unidades, cerca de tres cuartas partes de los móviles vendidos para este año y si hace veinte años solo el 1% de la población tenía conexión a Internet, hoy son ya 3.000 millones. En 2020 se calcula que lo tendrán 5.000 millones de personas, más del 60% de la población mundial.
Esto supone que el coste de la tecnología en la formación tiende a disminuir y el acceso de docentes y alumnos es cada día más fácil. Gracias a la tecnología de la conectividad, la educación está cada vez más al alcance de todos con iniciativas que, a través de Internet, posibilitan que estudios punteros y gratuitos lleguen a los lugares más remotos. Fundación Telefónica está desarrollando un programa educativo de visitas y talleres dirigidos a escolares, familias, adolescentes y público general en torno al concepto de Big Data. Las actividades permitirán conocer el mundo de los sensores e Internet de las Cosas, así como la visualización e interpretación de los datos que se usan a diario y el rastro digital que dejan en la sociedad.
The Internet Archive es un archivo sin ánimo de lucro cuyo objetivo es construir una biblioteca de Internet donde docentes, investigadores y estudiantes pueden acceder a las colecciones históricas que existen en formato digital con el objetivo de continuar fomentando la educación en esta nueva era de la tecnología digital.
En definitiva la educación debe dar cuanto antes el salto a las nuevas tecnologías aprovechando la conectividad y el acceso inmediato y gratuito a una gran cantidad de información.

domingo, 5 de abril de 2015

La educación por las nubes

El gran desafío de los informáticos fue desde el principio conseguir que la información estuviera segura y que el coste de almacenarla fuera asequible para la mayoría de las empresas. Para ello disponemos hoy de herramientas que permiten que cualquier dispositivo conectado a Internet pueda acceder a un servicio de almacenamiento gratuito independientemente del sistema operativo con el que funcione. En el equipo no se tiene que instalar ningún programa, ni siquiera necesitaría un disco duro y tampoco aloja físicamente ningún documento en su memoria interna.
Eye OS fue la primera empresa que desarrolló el escritorio web en 2006. Fue fundada un año antes por un joven español de 17 años, Pau García Milá y se convirtió en el mayor proyecto de software libre. Hace un año fue adquirida por Telefónica. Esta tecnología, el “cloud computing”, o “la nube”, muy utilizada por los profesionales, empieza a extenderse al ámbito educativo. En la nube se puede crear materiales didácticos, editarlos, almacenarlos y compartirlos y consultar la información en contenidos de texto o multimedia.
Es especialmente útil para trabajos en grupo ya que varios alumnos, incluso en diferentes lugares, pueden utilizar el mismo documento a la vez y realizando mejoras en el mismo. Podemos asignar tareas y evaluar resultados.
Las ventajas para el centro educativo son el ahorro de costes, el poder utilizar una nube pública compartida con otros mientras no se justifique una propia y olvidarse del mantenimiento del hardware y actualizaciones del software. Asimismo se puede trabajar con alumnos situados en distintas aulas o incluso con los de otros colegios, y los estudiantes pueden acceder desde sus hogares para realizar tareas fuera del horario escolar. Entre los posibles inconvenientes pueden venir desde el punto de vista de la seguridad de la información.